Las podas de los árboles son un asunto de suma importancia para que se mantengan en buen estado de salud, una poda inadecuada o realizada en un mal momento, puede causar graves daños a un árbol o planta e incluso causarle la muerte.
Por eso, es preciso conocer en qué momento es adecuado realizar las podas, que pueden tener ciertas diferencias de acuerdo a la especie de la que se trate. En general, durante la temporada invernal las plantas entran en un estado de ahorro de energía, por llamarlo de alguna manera.
El término correcto que se puede usar en cuanto a ese ahorro de energía, es que las plantas y árboles reducen su metabolismo a su mínima expresión, para habituarse a las bajas temperaturas y permanecer en un estado de “reposo” hasta que llegue de nuevo la primavera.
Hay que saber que los rayos solares llegan menos intensos durante el otoño y el invierno. Para poder preservarse, las plantas, árboles y arbustos tratarán de gastar la menor cantidad de energía posible a fin de mantenerse con vida hasta la llegada de la primavera y el buen tiempo.
Al podar un árbol en invierno, hay que fijarse en qué tipo de especie es. En el caso de las caducifolias, es decir, aquellas plantas y árboles que mudan sus hojas anualmente, al llegar el invierno ya no tendrán forraje y sólo restará eliminar aquellas ramas que estén secas o quizás algunas hojas que hubiesen podido quedar.
Además, lo más frecuente es que tanto árboles ornamentales como frutales, arbustos, trepadoras y rosales sean podados durante la temporada invernal. La época más recomendada es hacia fines del invierno, así se evitan los fríos más intensos.
Desde nuestro servicio de poda de árboles con profesionales, te aconsejamos que nos preguntes todas las dudas sobre este tipo de servicios.
RAZONES PARA PODAR EN INVIERNO
Las plantas y árboles se debilitan menos durante las podas de invierno.
Cuando se poda en primavera y verano, que son las épocas de crecimiento fuerte de las plantas, la eliminación de hojas y ramas puede resultar casi un castigo para la planta. Esto porque en las épocas de calor, las hojas sirven para producir la savia, necesaria para el crecimiento de la planta.
Dejar a una planta sin hojas, podarla, durante el verano, la hará sufrir mucho más que si la poda se realiza en invierno. De hecho, una poda en verano podría debilitar a la planta.
- Hay mayor visibilidad de lo que se quiere podar.
En el caso de árboles y arbustos de hojas caducas, se podrá visualizar mucho mejor la estructura de las ramas de la especie. En consecuencia, será mucho más fácil podar de manera adecuada a la planta.
- Hay menos posibilidad de infecciones
Hay que recordar que una poda supone una herida en la planta o árbol. Siempre que se poda, hay que hacerlo con cuidado para maltratar y herir lo menos posible a la especie. A través de estas heridas, las plantas pueden contraer diferentes infecciones y durante el invierno, muchos hongos causantes de esas infecciones se encuentran inactivos.
- Se evita la pérdida de savia.
La actividad productora de la savia en plantas y árboles suele ser mucho mayor durante la primavera y el verano. Entonces, una poda en invierno evitará la pérdida innecesaria de savia, que suele ser abundante en los meses de más calor.
Por ejemplo, especies como las coníferas, reducen al mínimo la pérdida de savia y resina durante el invierno.
TIPOS DE PODA
De acuerdo al tipo de árbol o arbusto, se pueden realizar diferentes tipos de podas.
- Poda en frutales. En este caso se trata de mantener plantas productivas y de larga vida. En estas plantas se realizan las siguientes podas:
1. Poda de formación: Se cortan ramas a edades tempranas para guiar su crecimiento. Esto permitirá cosechar sin demasiado esfuerzo.
2. Poda de fructificación. Es realizada en árboles de edad productiva. Se eliminan ramas que impidan la llegada del sol y aire a la planta, y se sacan los brotes improductivos.
- Poda en árboles ornamentales. Aquí también se trata de tener plantas fuertes, que otorguen frescura, sombra y seguridad. Sobre ellas se pueden realizar las siguientes podas:
1. Elevación de copa. Se trata de eliminar las ramas que están por debajo de una altura determinada, para permitir el paso de personas y vehículos.
2. Raleo de copa. En este caso se trata de reducir la densidad de las ramas para tener mayor aireación y llegada de sol. Se evitan las ramas enfermas o débiles.
3. Reducción de copa. Se reduce la copa para evitar interferencias con cableados o caídas por ráfagas de viento. Se necesita buen conocimiento de la especie para no afectar a su desarrollo.