La poda de árboles frutales de la forma correcta es primordial para la vida de éstos, debido a que, de hacerlo como debe ser, habrá garantía de un óptimo desarrollo. Los árboles frutales deben podarse con el fin de preservar la salud y el bienestar de éstos, además de poder aprovechar al máximo la cosecha que se quiere obtener, y todo esto es posible gracias al trabajo de Poda de Arboles.
Dicho lo anterior, desglosaremos tres puntos importantes sobre los beneficios de realizar una poda de árboles frutales:
- Cuida la salud del árbol: cuando se cortan algunas ramas el árbol se vigoriza, esto pasa porque las nuevas que nacen lo hacen con más fuerza y energía. Además, permite que el sol pueda penetrar en el interior de este aportándole vida a las ramas que normalmente no reciben los rayos solares.
- Mejora la producción frutal: el proceso natural que ocurre con cualquier ejemplar de árbol es distribuir la savia por todo su cuerpo. Sin embargo, cuando el árbol tiene ramas secas, estas partes no podrán dar fruto, así que, si se cortan esas partes en mal estado, más cantidad de savia llega a las partes saludables y allí podrán brotar mejores frutos.
- Equilibra la forma del árbol: cuando hay ramas que se doblan demasiado, se deben cortar, para que por seguridad una persona se pueda situar debajo del árbol sin temor a sufrir un accidente. Además, no conviene que, por ejemplo, crezca demasiado hacia arriba, pues esto no permitiría recolectar sus frutos con facilidad.
Algunos expertos recomiendan sobre la poda de árboles frutales:
“Mantener en la copa del árbol cinco o seis ramas principales que se abran en diferentes direcciones. Si hay ramas que crecen mucho hacia arriba, en vez de cortarlas, conviene fijarlas con cuerdas y colgarles algún peso para que se inclinen hacia el suelo”.
PODA DE ARBOLES FRUTALES: TODO LO QUE SE NECESITA SABER
Debes saber que es importante realizar la poda de árboles frutales desde que estos son jóvenes, pues esto permitirá que se adapten a las nuevas situaciones y te evitará una gran inversión de tiempo y esfuerzo.
Cuando el árbol joven tiene la estructura adecuada se ha comenzado la poda que debe realizarse anualmente. Que, en resumen, se debe hacer quitando la madera seca y manteniendo el tamaño adecuado, para así obtener los resultados deseados. Ten presente que cuando se realiza la poda de árboles frutales y este empiece a fructificar, su crecimiento será más lento e igualmente sus necesidades de poda cambiarán.
Pero si aún tienes dudas y no sabes muy bien cómo podar árboles frutales, esto es algo que te interesa. Debes tener en cuenta que, para realizar la poda de un árbol, existen dos tipos de podas:
- Aclaramientos: el aclareo de un árbol es la acción de eliminar algunas ramas con el objetivo de que las demás obtengan más energía y crezcan óptimamente.
- Descabezamientos: consiste en dejar más yemas (botón escamoso que da lugar a las hojas) en las ramas, lo que dará lugar a un crecimiento ramificado y denso ideal.
PODA DE ARBOLES FRUTALES: CUANDO REALIZAR LA PODA
Este proceso es diferente del resto de podas de cualquier árbol, pues el objetivo es conseguir un fruto de calidad. Y, aunque te suene extraño lo ideal es que no haya un exceso de fruto y que tenga un tamaño adecuado. Debes buscar el equilibrio, pues podar demasiado podría resultar en una baja producción.
El momento más indicado para realizar la poda de árboles frutales sería al finalizar el invierno y antes del primer brote primaveral. Si la realizas en ese periodo, aquellas cicatrices que se hayan originado por el efecto de la poda sanarán más rápido.
Una pequeña poda durante el verano y el otoño favorecerá la aparición de ramas laterales más vigorosas con yemas de flor. Pero, si lo que quieres es reducir el vigor del árbol porque se está desarrollando demasiado, se recomienda una poda durante los primeros días o mediados de agosto.
Algo que sí debes tener muy presente para que tengas los mejores árboles frutales, es que la poda a finales de otoño o principios de invierno no es recomendable en ningún caso, porque en esta época quedarán heridas expuestas hasta finales del invierno y esto es muy propicio para el crecimiento de hongos y otros daños a causa de las heladas.