Ya se acercan las temperaturas más cálidas propias de las estaciones veraniegas. Por eso, es natural que las personas quieran acondicionar sus jardines para aprovechar las bondades del clima en los espacios exteriores.
Ante esto, la primavera es un buen momento para tomar ciertas acciones con los jardines y sus plantas y aquí las detallamos, siempre contando con expertos en la poda de árboles como lo somos aquí, cuenta con nosotros.
PODA DE ARBOLES
En general, los árboles que están en los jardines deben podarse de forma regular. Esto les ayudará a crecer más fuertes y también apoyará la estética del árbol en general.
Con una poda adecuada, un árbol podrá crecer de una manera determinada, además que al eliminar algunas ramas también crecerá más fuerte.
Sin embargo, expertos señalan que las podas difieren de acuerdo a la especie. Es decir, no será lo mismo la poda de un árbol frutal que de un árbol ornamental.
En el caso de los frutales, habrá que hacerlas cada año para que produzcan mejores frutos, mientras que los ornamentales sólo deberán podarse cuando se necesite ayudar a la forma del árbol.
¿CUAL ES LA MEJOR EPOCA PARA PODAR UN ARBOL?
En general, los expertos coinciden en que la mejor época para la poda de los árboles es a finales del invierno, o a comienzos de la primavera. Las razones son simples: los árboles se encuentran sin follaje y se les pueden ver mejor las ramas.
Además, una poda en esta época no afecta tanto al crecimiento, como en épocas de pleno crecimiento del árbol. Otra ventaja es que habría menos hongos que podrían infectar al árbol, ingresando por la zona cortada.
Sin embargo, hay ciertas especies cuya floración corresponde a principios de la primavera que no deberían ser podados hasta después de la floración. Por ejemplo, el armo, el jacarandá, el durazno y el ciruelo.
TIPOS DE PODA DE ARBOLES
Los tipos de poda se dividen en dos grandes grupos: de formación y de mantenimiento. En el caso de la poda de formación, es la que se recomienda para los árboles ornamentales. Esto permitirá que el árbol tome el aspecto adecuado para que luzca en el jardín. En caso contrario, el árbol podría tomar un aspecto salvaje o descuidado.
Es importante saber que las podas de formación también pueden variar de acuerdo a la especie. Por ejemplo, las coníferas ornamentales suelen requerir una mínima poda.
En cuanto a la poda de mantenimiento, es la que controla el crecimiento de cada planta. En ella se eliminan elementos como ramas secas, ramas que estén en riesgo de romperse o que de alguna manera puedan afectar la seguridad. También entran en esta categoría las podas que aclaren la copa del exceso de ramas.
PREPARANDO EL JARDIN PARA EL VERANO
Hay otros detalles que cuidar del jardín de cara a prepararlo para el verano. Es decir, que no todo se trata de la poda, sino que hay otros elementos que cuidar, para hacer del jardín ese espacio protagonista del verano.
Entre ellos se encuentra el cuidado de la tierra. Habrá que quitar las malas hierbas que puedan dañar las plantaciones. Este tipo de hierbas suelen proliferar durante el invierno, por lo que será necesario retirarlas en primavera.
Para este fin, es posible usar algunos productos químicos, pero también podrá hacerse de forma manual, evitando así daños al medio ambiente.
También habrá que prestarle atención a la tierra en sí. Es recomendable removerla para que se airee. Esto ayudará también a deshacer los posibles terrones que se puedan haber formado durante el invierno.
Si el jardín posee césped, se podrá sanear con una cortacésped, segándolo con regularidad. También habrá que cubrir las zonas que presenten deterioro.
A la tierra también habrá que agregarle abono orgánico. Esto ayudará a que las plantas y árboles crezcan con mucha más energía.
Un buen abono puede ser el proveniente de lombrices o humus de lombriz. Este abono es orgánico y cuenta con múltiples beneficios para el desarrollo de las especies vegetales.
Otro detalle que hay que cuidar es revisar el sistema de riego. Con la llegada de las temperaturas más altas, las plantas requerirán de más agua para su crecimiento. Por eso es conveniente revisar que el sistema de riego se encuentre en buen estado para cuando más se lo necesite.
Es frecuente que las bajas temperaturas sean capaces de ocasionar la rotura de alguna manguera o que se haya bloqueado la salida de los aspersores. En fin, que cada sistema de riego tiene sus particularidades y es aconsejable chequear que todo está en perfectas condiciones.